Se trata de uno de los tragos más clásicos del mundo de la coctelería y también uno de los más reversionados a lo largo de la historia. Cómo son las propuestas con especias, frutas y verduras.
La fórmula por excelencia es muy simple, 30% de gin y 70 % de agua tónica dentro de un copón con mucho hielo y un “garnish” a elección como puede ser media rodaja de limón, pepino, pomelo, romero o frutos rojos, ideal para experimentar y convertirse en un bartender en casa (Getty Images).
Sinónimo de long drink, su descubrimiento cambió la forma de entender la medicina y su redescubrimiento la forma de tomarlo, con una diversidad para disfrutarlo sin precedentes. Con más de un siglo de tradición, el gin tonic nació de la mezcla de quinina, componente del agua tónica, ginebra, azúcar y cítrico, convirtiéndose en el cóctel más solicitado y preparado por muchos.
Aunque en la actualidad existen mil y un maneras de tomarlo, como todo tiene su historia y origen. En 1811, Johann Jacob Schweppe inventó un sistema eficaz con el que introducir burbujas de dióxido de carbono en el agua envasada de las botellas. Tuvieron la idea de incluir quinina en la soda carbonatada de naranja para producir el agua tónica que conocemos hoy en día, una bebida que además de refrescante era un medicamento para combatir la malaria. Para celebrar las sucesivas victorias de las tropas británicas en la India, un alto oficial británico propuso añadirle ginebra a la tónica para fabricar un combinado alcohólico.
“La evolución del gin viene acompañada del crecimiento de la alta coctelería y de la mano de este concepto se suman los distintos tragos que ha dado a conocer esta bebida tan importante, dentro de los tragos chic del momento se encuentra el famoso gin tónic, un cóctel compuesto por gin y agua tónica que se sirve en un vaso con hielo, esa es la preparación original. Pero en la actualidad hay infinidades de versiones, desde los sabores del componente base, es decir, el gin hasta las tónicas y los acompañantes, ofreciendo una gran variedad de sabores y aromas para los amantes de esta bebida”, aseveran especialistas de Tapaus, la primera destilería mendocina en abrir sus puertas a visitantes para que se deleiten con sus exquisitos gins.
Con especias, frutas y verduras: cómo preparar cinco versiones innovadoras del clásico gin tonic (Getty Images).
Con morrón amarillo y menta
La preparación de base es la misma: gin y tónica (30/70). Cuando veas un morrón amarillo (en lo posible chico) no pierdas la oportunidad de comprarlo. Para el gin tonic, con una rodaja fina es suficiente, se coloca entre el vidrio y el hielo. Luego una sola hoja de menta “aplaudida”. La ponés en la palma de tu mano y la golpeás una vez, así libera las esencias pero no amarga el trago. Tratá de colocar la hojita en el interior de la rodaja de morrón así queda más decorativo.
Con tomillo y lima
Aquí lo que logramos con esta combinación es darle notas más frescas, y al mismo tiempo, mucho más aromáticas. Por su sabor intenso, de tomillo se recomienda solo una pequeña rama.
Con albahaca y aceituna
Aquí nos hacemos con una nota más gourmet, la clásica aceituna con su sabor inconfundible y la frescura de la albahaca, le van a aportar un color verde brillante y un sabor único
Con romero y pomelo
Una rama de romero y una rodaja de pomelo. Dos ingredientes que además de aportar mucho color, le dan mucho sabor. Un tip: se puede quemar un poco el romero para darle un sabor ahumado.
Gin tonic de frutos rojos
En una copa colocar hielo hasta la parte superior, agregar frutos rojos y una vaina de enebro que utilizaremos para aromatizar nuestro gin tonic. Colocar dos onzas de gin y el agua tónica hasta completar la copa.
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